Sobre los mal llamados "Falsos positivos", el periodista Felipe Zuleta en el año 2009, hace un muy buen documental titulado “La pobreza, un "crimen" que se paga con la muerte”. http://www.youtube.com/watch?v=LOOfXTkk_E8&feature=player_embedded
Un concepto que según las versiones fue acuñado por el entonces Ministro de Justicia, Juan Manuel Santos, ahora presidente de nuestro país, que escuetamente traduce: asesinatos de civiles por parte de miembros de
Tanto
El escándalo fue conocido cuando once madres de jóvenes de Soacha denunciaron que sus hijos, reportados como delincuentes caídos en combate, fueron asesinados, al parecer, por miembros de
El caso de nueve civiles muertos en El Ramal, Santander, el 07 de junio de 1990, que fueron asesinados y luego vestidos como guerrilleros, es uno de los primeros registros que se tiene de estas ejecuciones extrajudiciales. La historia trascendió cuando a la escena llegó un juez militar que se dio cuenta que en los uniformes no había agujeros de bala y que por ello la ropa no coincidía con las heridas en los cuerpos de las víctimas. (Michael Evans, Revista Semana, 07 enero 2009)
El fenómeno denominado por el Archivo de Seguridad Nacional de Washington como “el síndrome de conteo de bajas”, ha cobrado miles de víctimas y a pesar de las pruebas, el gobierno colombianos no ha aceptado su responsabilidad.
Un informe del CINEP (Centro de Investigación y Educación Popular) publicado en el periódico El Espectador del 5 de mayo del 2009 muestra una cronología de ocho casos denunciados y comprobados como "falsos positivos":
Mauricio González (Octubre 8 de 2008)
“Militares de
Ferley Augusto Linares Granados y Julia Esther Jerónimo Sánchez (Octubre 13 de 2008)
“Asesinados en zona rural de Fortul cuando se transportaban en una motocicleta”.
Marco Tulio Peñalosa (Octubre 16 de 2008)
“Militares del Batallón Contraguerrilla 65, de
Jeferson Estiven Bastidas (Octubre 25 de 2008)
“Tropas del Ejército ejecutaron a Jeferson, de
Arnobis Negrete Villadiego(Diciembre 26 de 2008)
“Tropas del Batallón de Infantería 31 Rifles de
María Concepción Rico (Enero 7 de 2009)
“Herida en su casa en un combate entre el Ejército y la guerrilla. Fue trasladada a Villavicencio donde murió. Los soldados trataron a los civiles de ser guerrilleros”.
“Vicepresidente de
Después de la visita a Colombia del relator de
"...Hay dos problemas con el relato que se centra en los falsos positivos y en Soacha. El primero se debe a que la expresión “falsos positivos” brinda una suerte de aura técnica para describir una práctica que se caracterizaría mejor como el asesinato a sangre fría y premeditado de civiles inocentes, con fines de beneficio.
El segundo es que el enfoque en torno al caso de Soacha fomenta la percepción de que se trata de un fenómeno limitado, tanto geográficamente, como en el tiempo. Aunque las matanzas de Soacha fueron flagrantes y obscenas, mis investigaciones demuestran que son simplemente la punta del iceberg. He entrevistado a testigos y a supervivientes que describieron matanzas muy similares en los departamentos de Antioquia, Arauca, Valle del Cauca, Casanare, Cesar, Córdoba, Huila, Meta, Norte de Santander, Putumayo, Santander, Sucre y Vichada. Una cantidad importante de unidades militares estaban involucradas en ello". (Declaración del Profesor Philip Alston, Relator Especial de las Naciones Unidas para las ejecuciones arbitrarias Misión a Colombia del 8 al 18 de junio de 2009)
La nueva modalidad de desaparición no tardó en cobrar fuerza entre las filas del Ejército y el Gobierno, desatando así amenazas contra los familiares de las víctimas que han denunciado los asesinatos.
Según un informe de Caracol Radio publicado el 18 de marzo de 2010 “De acuerdo con un reporte de
Según el documento, cinco tenientes coroneles, seis mayores, nueve capitanes y 60 soldados profesionales han sido sentenciados por la justicia colombiana.
De igual manera, de acuerdo con las estadísticas que lleva
Los procesos judiciales de las víctimas de estos crímenes no han avanzado; cambio de fechas, postergación de audiencias, falta de pruebas y falta de garantías de los familiares de las víctimas, solo han dilatado los procesos. No ha existido una reparación verdadera en cuanto a justicia y verdad, y dentro del marco legal no ha existido ningún tipo de seguimiento por parte del Estado a las familias, ni indemnizaciones por los hechos.
Luz Marina, por ejemplo, la madre de Fair Leonardo Porras muerto por el Ejército y presentado como guerrillero, a la cabeza del grupo de las madres de Soacha, es una de las pocas madres que ha podido empezar el proceso en
Para
La defensa de los militares, también señaló que no hay términos precisables para cada uno de los imputados en el proceso, lo cual no permite el tiempo entre audiencia y audiencia, y dificulta la preparación de las mismas.